CABALLOS DE PASO FINO COLOMBIANO
Eohippus es el antepasado
más antiguo del caballo actual. Se trataba de una animal
del tamaño de un zorro, dotado de cuatro dedos
útiles y uno rudimentario. Vivió hace unos 55 millones
de años y evolucionó, pasando
por tipos con tres y dos dedos, hasta llegar al solípedo
actual, es decir, de un solo dedo útil.
La mencionada evolución
se dio tanto en Europa como en América, aunque cuando el
hombre blanco llegó a esta región del mundo el caballo
ya no existía. Sólo se le conoce por los restos
que se han encontrado de él. En Europa, por el contrario,
resistió los cambios de clima que se operaron en la Tierra
y sobrevivió hasta cuando el hombre apareció en
ella.
El caballo ha acompañado
al ser humano a todo lo largo de su historia. Hasta comienzos
de este siglo se le utilizó en la guerra y la cría
se orientaba hacia el servicio de los menesteres bélicos.
En virtud de ello se llegó a la selección del caballo
árabe, capaz de resistir grandes recorridos por tierras
desérticas a buena velocidad.
Del árabe proceden
todas las razas veloces actuales.
En épocas pretéritas,
como la Edad Media, cuando los guerreros se protegían con
pesadas armaduras, montaban caballos capaces de soportar grandes
pesos. Descendientes de ellos son las razas de tiro, utilizadas
en la agricultura.
Su acción en América
La conquista de las tierras
americanas, lo mismo que su liberación, siglos después,
fueron posibles casi exclusivamente por la acción del caballo.
Se asegura que desde su llegada
a estas tierras, Colón puso todo su empeño en la
cría de caballos en La Española, al tiempo que recomendaba
a la corte que todo navío que zarpara hacia el continente
recién descubierto transportara yeguas. Insistía
en que se enviaran hembras porque como a los españoles
les gustaba montar caballos enteros, estaba segura la abundancia
de machos en las nuevas tierras, traídos por cada contingente
militar que viniera de Europa.
En la conquista de México,
por ejemplo, intervinieron 17 caballos, y aunque no todos eran
muy buenos, constituyeron el factor más importante para
derrotar a los aztecas, quienes al igual que los demás
indígenas americanos, durante algún tiempo consideraron
que animal y jinete formaban un solo ser sobrenatural.
De los caballos traídos
por los españoles proceden los criollos americanos, de
los cuales el argentino es el más famoso. Dos de estos
criollos, "Gato" y "Mancha", recorrieron los
25.000 kilómetros que separan a Buenos Aires y Washington,
y llegaron en perfectas condiciones.
En Colombia, lo mismo que
en Perú, los más famosos son los de "paso",
es decir, que mueven los remos laterales simultáneamente
El caballo de paso representa
la adaptación al medio de los traídos al nuevo mundo
por los conquistadores españoles. Estos caballos fueron
de tres tipos: andaluces, árabes y berberiscos, que después
de múltiples cruzamientos a lo largo de varios siglos,
sin intervención del hombre, es decir, sin un plan predeterminado,
llegaron a formar la raza conocida corno criolla de paso.
En muchos ejemplares, asegura
el experto Horacio Zuluaga Machado, domina el tipo berberisco,
especialmente en los de Antioquia y Caldas. Y explica
que éste se caracteriza por su frente abultada y perfil
convexo, arcos superciliares poco salientes, orejas poco separadas
y más largas y burdas que las del caballo árabe.
El cuerpo no es muy abultado; el pecho, un poco estrecho:, las
costillas, planas y poco arqueadas; la grupa, estrecha, y la cola
bastante pegada al cuerpo, y de nacimiento bajo.
Si bien todas las razas criollas
de caballos americanos tienen como tronco u origen común
a los traídos por los españoles, las distintas condiciones
climáticas, topográficas y de alimentación
determinaron variedades muy diferentes en cada país o región
donde se aclimataron. La originada en Colombia adquirió
además de una bella estampa, condiciones admirables de
elegancia, nobleza, resistencia, y, sobre todo, una forma peculiar
v característica de movimientos. Al respecto acota Zuluaga
Machado: "Nuestro caballo de paso fino avanza muy poco pero
ejecuta muchos y enérgicos movimientos a gran velocidad.
Es de gran elasticidad en el tren posterior, con predominio de
armonía y suavidad, donde se destaca una quietud
serena en el anca que es la que demuestra la verdadera suavidad
en los movimientos. En una pista sonora podemos
escuchar cuatro golpes secos diferentes.
Solamente en Venezuela y Perú,
especialmente en este último, se originaron variedades
similares en sus características, aunque adquirieron la
perfección y, las condiciones de los caballos colombianos.
¿Cuándo ocurrió?
Es casi imposible determinar
en qué época empezó a operarse el
inexplicable fenómeno de la transformación en la
forma o estilo de la locomoción de estos animales, ya que
ninguno de los cronistas de la Colonia hace referencia a este
aspecto y sólo en los albores de nuestra independencia
se menciona la particular característica.
Igualmente difícil
resulta tratar de determinar con precisión cómo
se dio este cambio fisiológico, ya que las razas que dieron
origen a la de paso eran, como lo son hoy, de trote.
Algunos han expuesto la teoría
de que un ejemplar dominante, dotado de las condiciones favorables
trasmitió a sus descendientes estas cualidades y características
hereditarias.
La mayoría de expertos,
sin embargo, suponen que el medio causó trasformaciones
sustanciales en los miembros (caña, cuartilla, menudillo),
el anca o la grupa, la longitud del dorso y la alzada, que predispusieron
a los caballos a adoptar su peculiar manera de andar, para terminar
haciendo de esta una propiedad dominante y hereditaria.
Primeros famosos
Desde finales del siglo XVIII
adquirieron extraordinaria fama los criadores de Ubaté,
Simijaca, Chiquinquirá, Sopó, Zipaquirá,
entre otros. Centenares de ejemplares criados allí se
llevaron a todo el país, pero especialmente al Valle del
Cauca y al Tolima grande, donde se propagaron.
Ya en plena época de
nuestra independencia está en su apogeo el caballo de paso
participando en la gesta emancipadora, llevando sobre sus lomos
a los soldados hasta los campos de Boyacá, Pantano de Vargas,
y a los más lejanos de Pichincha, Junín y Ayacucho.
En el siglo pasado y en la
primera década del presente, los caballos constituyeron
el único medio de locomoción disponible y, obviamente,
llegaron a tener una importante extraordinaria y altísimos
precios.
Puede afirmarse que el pasado
fue el siglo de oro del caballo, cuando sus servicios estuvieron
asociados a todas las empresas agrícolas, y mediante él
fue posible la colonización de vastos territorios que hoy
representan inmensa riqueza para la república.
A medida que al país
se fueron introduciendo modernos medios de locomoción ,
gradualmente fue relegándose a un plano secundario el caballo
de paso. En consecuencia, su precio se redujo extraordinariamente;
la afición lo olvidó casi por completo, al tiempo
que los criadores descuidaron su selección y conservación.
Como no servía para
el polo, para las carreras ni para el tiro, las razas extranjeras
que se trajeron a Colombia desde fines del siglo pasado lo sobrepasaron
en importancia.
Un número muy reducido
de los afamados criadores que habían producido estirpes
magníficas de caballos se resistió a la práctica,
muy en boga en esa época, de cruzar sus ejemplares con
ingleses de carreras.
Gracias a su trabajo, esfuerzo
y perseverancia, la raza pura criolla de paso no desapareció.
EL CABALLO DE PASO, HOY
Desde los primeros años
del presente siglo comenzó una marcada decadencia del caballo
de paso en nuestro medio, que se acentuó entre 1910 y 1925.
De ello fueron responsables los innovadores en materias pecuarias,
quienes impusieron la tendencia de introducir sangre de caballos
ingleses de carreras para levantar la alzada de nuestros equinos
y para propender por el trote. Eso se consideraba en aquella
época lo más elegante, práctico y aconsejable.
Otros quisieron "mejorar"
el caballo criollo mediante los cruzamientos con ejemplares árabes
y andaluces, traídos al país con mucho esfuerzo
y a elevados precios.
Se considera que aunque se
ganó en alzada, el intento fracasó por cuanto las
crías obtenidas perdieron el refinamiento de sus padres
criollos, y el paso fino, cualidad especialísima y sobresaliente
de la raza. Así como se ganó en velocidad y en
aptitudes para deportes como polo, se perdió en suavidad
resistencia y elegancia.
Pocos comprendieron que al
caballo criollo debía mejorárselo sólo por
medio de la selección y con el empleo de buenos reproductores,
totalmente puros.
EN 1947 SE FUNDA ASDEPASO
En 1947 se reunieron en Bogotá
43 aficionados preocupados por el fomento de la cría de
caballos en sus regiones de origen: La Sabana de Bogotá,
Zipaquirá, los valles de Ubaté y Chiquinquirá
y varias poblaciones de Boyacá, Santander, y otras de Cundinamarca.
Decidieron que el mejor mecanismo
para lograr ese objetivo era una asociación y crearon,
entonces, la Asociación Nacional de Criadores de Caballo
de Paso Colombiano y de Fomento Equipo, Asdepaso.
Aquellos fundadores fueron:
Carlos Ballesteros, Rafael Ballesteros, Víctor Uribe Escobar,
Melquisedec Amézquita, Helí Fajardo, Napoleón Ignacio Sáenz, Roque julio Díaz, Rafael Moreno, Hernando Borda, Vidal Ulloa, Martín
Vargas, Manuel Barreto Ferro, Roberto Londoño, Alberto Herrán, Hernando Laverde,
Enrique Laverde, Manuel A. Escobar, Vicente Ortega París, Eduardo Carreño,
Juan Agustín Loaiza, Luis E. Rodríguez Hnos., Eduardo Sáenz Caicedo, Matallana Hermanos, Eduardo Guarnizo, Jaime de Narváez, José l. De Francisco, Néstor García, Montes Hermanos, Hacienda San Marino, José
J. Gómez Alonso, Antonio María Pradilla, Raúl Jimeno, Carlos Mendieta, Jorge Caballero Uricoechea, José Vázquez Hnos., Jaime Mejía Escobar, Gustavo Mejía Escobar, Rafael Parga Cortés, Rafael Clavijo Escobar, José
Ignacio Contreras, Granja Loyola y Eduardo Díaz & Cía.
Ellos escogieron la siguienteprimera junta directiva:
Presidente
Antonio María Pradilla
Vicepresidente
Eduardo Guarnizo
Vocales principales
Julio Pardo Dávila
Heliodoro Díaz Prieto
José Ignacio De Francisco
Vocales suplentes
Manuel Barreto
Eduardo Sáenz Barreto
Eusebio Vargas
Estos signatarios nombraron
a Jeremías Avila Casas como secretario-tesorero y a Alvaro
Herrán como revisor fiscal.
Primer reglamento
Una de las primeras tareas
de esa junta fue la elaboración de reglamentos para las
exposiciones. Del primero de ellos se destacan aspectos como
los siguientes: Era requisito para intervenir en esos eventos
ser miembro de la asociación y pagar cinco pesos como derechos
de inscripción. Los ejemplares podrían participar
en cuatro categorías, a saber:
la. Caballos reproductores,
adiestrados, de tres años en adelante, de tipo sabanero.
2a. Yeguas de tipo sabanero,
adiestradas, de tres años en adelante.
3a. Caballos reproductores,
de tipo calentano, adiestrados, de tres o más años;
4a. Yeguas de tipo calentano,
adiestradas, de tres años en adelante.
El juzgamiento estaría
a cargo de un jurado
integrado por tres mi(ernbros. en representación de Asdepaso,
de la división de ganadería del Ministerio de Agricultura,
y de la Asociación Colombiana de Ganaderos.
Este jurado debería
aplicar la siguiente tabla de calificación:
|
Puntos |
Tipo racial |
20 |
Conformación, alzada y aplomos |
20 |
Movimientos |
20 |
Temperamento |
15 |
Brío |
10 |
Sanidad |
10 |
Color |
5
|
Primeros campeones
En ese mismo año (1947)
se proclamó al primer gran campeón, honor
que correspondió a "Príncipe II", ejemplar
de Martín Vargas Cuellar; fue sucedido al año siguiente
por el ejemplar "Lucifer", de Roque Julio Díaz.
Lo compró el Ministerio de Agricultura por 45.000 pesos.
Era un zaino de 8 años; de 1,41 m. de alzada, hijo de
"Zíngaro" y "Serpentina".
Ejemplares destacados en esa época
Nombre |
Propietario |
Hacienda |
Corsario |
Eduardo Guarnizo |
El Tigre |
Sultán III |
Vidal J. Ulloa |
San Cayetano |
Timochenko |
Luis y Alvaro Rodríguez |
El Carrito |
Inca II |
Rafael Clavijo |
Santa Rita |
Medianoche |
Roberto Londoño |
Altamira |
Dama |
Roberto Londoño |
Altamira |
Venus |
Manuel Barreto |
|
Cometa |
Jaime Mejía Escobar |
Curiche |
Descripción
Jaime Narváez, quien
fuera presidente de Asdepaso. describía en 1947 así
al caballo de paso: "Es, ante todo, un caballo de silla,
si lo situamos dentro de la clasificación generalmente
empleada para las razas equinas por sus aptitudes, pero un caballo
que reune las más extraordinarias condiciones de suavidad,
resistencia y elegancia.
En él distinguimos,
a diferencia de todas las demás razas, cuatro movimientos
diferentes: el paso, la trocha, la volatería o paso fino
y el galope. En este y en el paso no se diferencia de los demás
equinos, mientras que la trocha y el paso fino constituyen un
modo peculiar y característico de locomoción que
dentro de la especie equina sólo se encuentra en la raza
criolla de paso y que hace de ella una verdadera excepción
y rareza.
La trocha es una variación
particular del trote y hace de ella, por sus movimientos cortos,
suaves y rítmicos, una condición admirable para
el viaje o recorrido largo por su suavidad.
La volatería, paso
fino o paso castellano, es la forma peculiar de movimientos sumamente
cortos, rápidos, armoniosos, suaves y elegantes".
NOSTALGIA
El caballo de paso trae inmediatamente
a la memoria el recuerdo de dos figuras clásicas del oficio
y casi totalmente olvidadas hoy: el "orejón"
y el chalán. Aquel era el prototipo del hacendado sabanero
puro, para el que los
buenos caballos de paso constituían elemento imprescindible
n su actividad y su vida.
Invariablemente usaba zamarras
de cuero de león paramuno, ruana enteriza de lacia natural,
pa ñuelo "raboegallo" al cuello, sombrero
jipijapa, galápago o silla de montar chocontanos, apero
de cabeza tejido, con freno de Suesca y manatí (látigo)
sogamoseño en la mano.
El sobrenombre provino del
uso de un pañuelo con que cubría su
cabeza, el cual remataba en los extremos en puntas u orejas.
El chalán era un individuo
sumamente hábil, a quien se encomendaba el adiestramiento
de los potros. Sus servicios eran imprescindibles en los tiempos
en que el arreglo de los animales era considerado toda una
ciencia. Algunos de ellos medían su edad o experiencia
no por los años cumplidos sino por la cantidad de
caballos arreglados o amansados.
Las prácticas de los
antiguos chalanes se conservan intactas hoy, pero su número
ya no es el mismo.
El chalán fincaba su
orgullo en el arte de bien montar, y el "orejón"
en la clase y en el número de sus bestias.
Servicios
Asdepaso, la más antigua
de las entidades que en Colombia agrupa a criadores de caballos
de paso, ootorga
a sus afiliados los siguinetes
certificados :
- Registro de caballos.
- Empadronamiento de criadores.
- Registros reportados,
denunciados y certificados.
El reportado se expide con
la información dada por el criador. "Asdepaso da fe
de ello pero no es responsable".
El denunciado se refiere a
la monta de la yegua, debidamente reportada, lo mismo que del
parto. El certificado se expide a hijos de padre con registro
denunciado y de abuelos reportados, o con otros certificados.
En el empadronamiento, funcionarios
de Asdepaso visitan los criaderos, llevan a cabo una especie de
inventario y otorgan puntajes oficialmente reconocidos por Fedequinas,
el máximo ente que regula en el país las actividades
de las asociaciones de criadores de caballos de paso.
En la exportación de
ejemplares, que es permanente e importante, tanto por la calidad
como por el número de animales, Asdepaso expide un certificado
del caballo o yegua, de sus padres y de sus abuelos.
Los principales mercados actuales
para esta raza equina son: Estados Unidos, principalmente Miami,
donde se concentran no menos de 8.000 ejemplares colombianos;
Alemania, y más cerca, Panamá, Venezuela, Santo
Domingo y Puerto Rico.
A todas estas naciones americanas,
que por lo menos dos veces al año llevan a cabo exposiciones,
concurren caballos colombianos de paso.
Exposiciones en Colombia
A lo largo del año,
en ciudades grandes y pequeños poblados tienen lugar ferias
exposiciones equinas. A cargo de Asdepaso están las siguientes,
clase A:
Bogotá, en enero, agosto
y noviembre;
Agroexpo;
Girardot, en junio y diciembre;
Zipaquirá, Mosquera
y Fusagasugá.
Además, patrocina y
apoya las que se organizan en poblaciones pequeñas.
Socios
A Asdepaso están afiliados
hoy 104 criadores, a quienes pertenecen 2.500 ejemplares. Otros
2.000 animales, de caballistas no socios, también reciben
de Asdepaso certificados, como un servicio más de la entidad.
Los socios están ubicados
en la Sabana de Bogotá, en distintos municipios de Cundinarnarca,
especialmente en Girardot, Zipaquirá, Ubaté, Fusagasugá
y Mosquera, entre otros. En Boyacá, los santanderes, Tolima,
Cesar, Bolívar y Sucre.
Jueces
La asociación tiene
un cuerpo de 13 jueces nacionales, quienes además de su
labor en las exposiciones dictan conferencias a los criadores,
los actualizan en forma permanente y absuelven todas sus dudas
e inquietudes.
Sede
Asdepaso tiene coliseo propio,
localizado en Cajicá, donde los socios pueden montar y
mostrar sus caballos. La entidad alquila allí pesebreras
para el alojamiento de los animales.